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Pielonefritis

Consejos de salud
21 de octubre de 2025 por
Pielonefritis
Salud Kasa

¿Qué es una infección renal (pielonefritis)?

Una forma de infección del tracto urinario es la pielonefritis, que afecta los riñones (ITU). Se produce cuando bacterias se desplazan a uno o ambos riñones desde otra zona del cuerpo, como la vejiga.

En comparación con las infecciones urinarias de menor gravedad, las infecciones renales pueden ser más peligrosas. Si experimenta síntomas de infección renal, consulte a un médico.

Clasificación de la pielonefritis

La pielonefritis es una infección de los riñones que se puede clasificar en dos tipos principales:

  • Pielonefritis aguda: Se trata de una infección de aparición repentina que suele durar poco tiempo. Es el tipo más común de pielonefritis y suele estar causada por bacterias que penetran en las vías urinarias y luego se propagan a los riñones.

Una infección renal grave e inesperada se conoce como pielonefritis aguda. La inflamación que produce en los riñones podría causar daños a largo plazo. La pielonefritis supone un grave riesgo para la vida.

  • Pielonefritis crónica: Se trata de una infección recurrente y prolongada que puede causar cicatrices y daño renal con el tiempo. Generalmente, se debe a una afección subyacente que aumenta la susceptibilidad de los riñones a las infecciones, como cálculos renales, una obstrucción en las vías urinarias o una anomalía en la estructura renal.

Cuando los episodios ocurren con frecuencia o de forma crónica, la afección se conoce como pielonefritis crónica. Aunque la forma crónica es poco frecuente, suele afectar a niños o a personas con obstrucciones urinarias frecuentes.

Además, la pielonefritis también se puede clasificar según la vía de infección:

  • Pielonefritis ascendente: ocurre cuando las bacterias de la vejiga viajan a los uréteres e infectan los riñones.
  • Pielonefritis hematógena: ocurre cuando las bacterias de una infección en otra parte del cuerpo se propagan a los riñones a través del torrente sanguíneo.

En general, la pielonefritis es una enfermedad grave que requiere atención médica y tratamiento inmediatos para prevenir complicaciones y mayor daño renal.

¿Cuáles son los síntomas?

Los síntomas suelen aparecer en los dos días siguientes a la infección. Los síntomas comunes incluyen:

  • Fiebre superior a 102 °F (38,9 °C)
  • Dolor en el abdomen, costado, abdomen e ingle.
  • Dolor o ardor al orinar
  • orina turbia
  • Pus o sangre en la orina
  • Micción urgente o frecuente
  • Orina con olor a pescado

Otros síntomas pueden incluir:

  • Temblores o escalofríos
  • Náuseas
  • Vómitos
  • Dolor general o sensación de malestar
  • Fatiga
  • Piel húmeda
  • Confusión mental

Los niños y las personas mayores pueden experimentar síntomas distintos a los de otras personas. Por ejemplo, la confusión mental es un síntoma frecuente en las personas mayores y, con frecuencia, el único.

Las personas que padecen pielonefritis crónica pueden presentar únicamente síntomas menores o posiblemente ningún síntoma perceptible en absoluto.

Patología

El tracto gastrointestinal alberga los organismos que están más frecuentemente implicados:

  • Escherichia coli (la más común)
  • Especies de Klebsiella.
  • Especies de Proteo.
  • Especies de Enterobacter.
  • Especies de Pseudomonas.
  • Haemophilus influenzae

Al viajar retrógradamente desde la vejiga hasta el uréter, la infección penetra en el tracto urinario superior. Esto es posible gracias a factores de virulencia que permiten que las bacterias se adhieran al urotelio e inhiban la peristalsis ureteral. Tras penetrar en los túbulos colectores, la infección causa nefritis intersticial, que altera la filtración renal y el flujo sanguíneo en la zona afectada. Las imágenes se alteran como resultado de la isquemia localizada provocada por alteraciones inflamatorias, que eventualmente pueden resultar en necrosis y cicatrización.

¿Cuales son las causas?

  1. Infección bacteriana : A menudo, la infección comienza como una infección del tracto urinario inferior (ITU). En la uretra, las bacterias entran al cuerpo, donde proliferan y ascienden hasta la vejiga. Posteriormente, las bacterias llegan a los riñones a través de los uréteres. La infección suele estar causada por bacterias como la E. coli. Sin embargo, cualquier infección grave del torrente sanguíneo puede llegar a los riñones y provocar pielonefritis aguda.
  2. Causas mecánicas : El embarazo, la vejiga neurogénica (causada por daño de la médula espinal, espina bífida o esclerosis múltiple), la hiperplasia prostática benigna en los hombres, cualquier anomalía estructural en el tracto urinario, el reflujo vesicoureteral (la orina de la vejiga fluye de regreso al uréter), los cálculos renales, la cateterización del tracto urinario, los stents ureterales o los procedimientos de drenaje (como la nefrostomía) son todos ejemplos de causas mecánicas de la pielonefritis.
  3. Constitucional : diabetes mellitus, estados inmunodeprimidos
  4. Comportamiento : uso de espermicida y cambio de pareja sexual en el último año
  5. Antecedentes familiares : Antecedentes familiares positivos (familiares cercanos con infecciones frecuentes del tracto urinario)

¿Existen variables de riesgo?

  • Obstrucción : Cualquier problema que impida el flujo urinario regular aumenta la probabilidad de desarrollar pielonefritis aguda. Esto incluye prolapso uterino, agrandamiento de próstata y cálculos renales. Además, la presión sobre la vejiga durante el embarazo puede aumentar el riesgo.
  • Padecer una afección que provoca un flujo urinario incorrecto:  Pequeñas cantidades de orina regresan a los conductos que unen la vejiga y los riñones cuando hay reflujo vesicoureteral. Las infecciones renales son más comunes tanto en niños como en adultos con esta enfermedad.
  • Deficiencias del sistema inmunitario:  Situaciones que aumentan la susceptibilidad a enfermedades. Entre ellas, se incluyen la diabetes, el VIH o el uso de inmunosupresores.
  • Anatomía : Su anatomía facilita la entrada de bacterias en el cuerpo de las mujeres, ya que sus uretras son considerablemente más cortas que las de los hombres. Por ello, las mujeres son más propensas a contraer infecciones renales y desarrollar pielonefritis aguda.
  • Daño nervioso : La vejiga que rodea los nervios está dañada. Por ello, puede ser difícil detectar infecciones renales.
  • Sonda urinaria : Se utiliza una sonda urinaria. Las sondas urinarias se utilizan para extraer la orina de la vejiga. Pueden utilizarse después de una intervención quirúrgica o un examen diagnóstico. También se emplean en pacientes encamados.

Las personas con mayor riesgo incluyen:

  • Cualquier persona que sufra de cálculos renales persistentes u otros problemas renales o de vejiga.
  • Personas mayores
  • Aquellos con sistemas inmunológicos debilitados, como aquellos que tienen cáncer, diabetes o VIH/SIDA.
  • Aquellos que experimentan reflujo vesicoureteral (una afección en la que pequeñas cantidades de orina regresan desde la vejiga a los uréteres y los riñones)
  • Personas con agrandamiento de próstata
  • Uso del catéter
  • Examen cistoscópico
  • Cirugía del tracto urinario
  • Ciertos medicamentos
  • Daño a los nervios o a la médula espinal

Diagnóstico de la pielonefritis

El diagnóstico de pielonefritis generalmente implica una combinación de historia clínica, examen físico y pruebas de laboratorio.

A continuación se presentan algunos de los métodos comunes utilizados para diagnosticar la pielonefritis:

  • Historial médico: El médico le preguntará sobre sus síntomas, como fiebre, escalofríos, dolor lumbar o en los costados, y micción frecuente. También le preguntará sobre cualquier infección urinaria reciente u otras afecciones médicas que puedan aumentar el riesgo de desarrollar pielonefritis.
  • Examen físico: El médico examinará su abdomen y espalda para detectar dolor o hinchazón, y también puede controlar su temperatura y presión arterial.
  • Análisis de orina: se recolectará una muestra de orina y se analizará para detectar la presencia de bacterias, glóbulos blancos y otros signos de infección.
  • Análisis de sangre: se puede realizar un análisis de sangre para verificar si hay signos de infección, como un recuento elevado de glóbulos blancos.
  • Pruebas de diagnóstico por imágenes: Se pueden utilizar pruebas de diagnóstico por imágenes como una ecografía, una tomografía computarizada o una resonancia magnética para visualizar los riñones y el tracto urinario y verificar si hay anomalías, como cálculos renales, abscesos o bloqueos.

Si un paciente no mejora después de 72 horas de tratamiento, se puede prescribir una tomografía computarizada (con o sin tinte inyectable).

  • Cultivo de orina: se puede realizar un cultivo de orina para identificar el tipo específico de bacteria que causa la infección y determinar el tratamiento antibiótico más eficaz.

En general, un diagnóstico rápido de pielonefritis es importante para prevenir complicaciones y garantizar un tratamiento adecuado.

  • Imágenes radiactivas: Si su médico sospecha que hay cicatrices como resultado de pielonefritis, podría prescribirle una prueba de DMSA. Este método de imagen monitorea la inyección de material radiactivo.

Un médico experto inyecta la sustancia en una vena del brazo. Los riñones son el siguiente paso. Las imágenes tomadas mientras la sustancia radiactiva pasa por los riñones revelan regiones enfermas o dañadas.

Diagnósticos múltiples

Es recomendable mantener un amplio diagnóstico diferencial al diagnosticar pielonefritis aguda. Cuando los pacientes se quejan de fiebre, dolor en el flanco y sensibilidad en el ángulo costovertebral, los médicos también deben considerar otras enfermedades.

El diagnóstico diferencial de la pielonefritis incluye:

  • Apendicitis
  • absceso abdominal
  • Nefrolitiasis
  • Colecistitis
  • Obstrucción del tracto urinario
  • enfermedad inflamatoria pélvica
  • Pancreatitis
  • Embarazo ectópico

Tratamiento de la pielonefritis

Antibióticos

El tratamiento principal para la pielonefritis aguda son los antibióticos. Sin embargo, el tipo de antibiótico que recete su médico dependerá de si se pueden localizar las bacterias. De lo contrario, se administra un antibiótico de amplio espectro.

El medicamento debe usarse durante todo el tiempo prescrito, incluso si puede curar la enfermedad en dos o tres días (generalmente de 10 a 14 días). Incluso si se siente mejor, esto sigue siendo así.

Las opciones de antibióticos son:

  • Levofloxacino
  • Ciprofloxacino
  • Cotrimoxazol
  • Ampicilina

Admisión hospitalaria

En algunos casos, la terapia farmacológica es ineficaz. Su médico podría enviarlo al hospital si tiene una infección renal grave. La gravedad de su enfermedad y su respuesta al tratamiento determinarán su tiempo de hospitalización.

Los posibles tratamientos incluyen líquidos intravenosos y antibióticos durante 24 a 48 horas. Los médicos le controlarán la sangre y la orina durante su hospitalización para detectar la infección. Tras el alta hospitalaria, lo más probable es que le administren antibióticos orales durante 10 a 14 días.

Cirugía

Una afección médica subyacente puede ser la causa de infecciones renales recurrentes. En algunos casos, puede ser necesaria una cirugía para eliminar obstrucciones o corregir problemas estructurales en los riñones. Si los antibióticos no son eficaces para tratar un absceso, puede ser necesaria una cirugía para drenarlo.

Complicaciones de la pielonefritis

Pielonefritis prenatal en mujeres

La composición fisiológica del tracto urinario se altera durante el embarazo, entre otras alteraciones transitorias del organismo. El riesgo de pielonefritis puede aumentar con el aumento de progesterona y la presión sobre los uréteres.

Las mujeres embarazadas con pielonefritis a menudo necesitan ser hospitalizadas. Tanto la vida de la madre como la del niño pueden estar en peligro. El parto prematuro es otro riesgo que puede aumentar. Se administran antibióticos betalactámicos a las futuras madres durante al menos 24 horas o hasta que los síntomas remitan.

Entre las semanas 12 y 16 del embarazo, se debe realizar un urocultivo para evitar la pielonefritis en mujeres embarazadas. La pielonefritis puede surgir de una infección urinaria asintomática. La detección temprana de una infección urinaria ayuda a prevenir infecciones renales.

Pielonefritis infantil

Según la Asociación Americana de Urología, en Estados Unidos se realizan más de un millón de visitas al pediatra cada año por infecciones urinarias infantiles. Si una niña tiene más de un año, su riesgo aumenta. Los niños menores de un año son más vulnerables, especialmente si no están circuncidados.

La fiebre, el malestar y los síntomas del tracto urinario son comunes en niños con infecciones urinarias. Antes de que estos síntomas progresen a pielonefritis, un médico debe tratarlos de inmediato.

La mayoría de los niños pueden curarse sin hospitalización tomando antibióticos orales. Obtenga más información sobre las infecciones urinarias en niños.

Posibles dificultades

La enfermedad renal crónica puede desarrollarse como efecto secundario de la pielonefritis aguda. Los riñones pueden sufrir daños irreparables si la infección persiste. También es posible que la infección entre en el torrente sanguíneo, aunque esto es poco común. Esto puede provocar sepsis, una enfermedad potencialmente mortal.

Otros problemas incluyen:

  • Infecciones renales recurrentes que se extienden a los riñones.
  • Tejidos circundantes
  • Insuficiencia renal crónica
  • Infección renal

Cómo evitar la pielonefritis

La pielonefritis es una afección peligrosa. En cuanto sospeche que podría tener pielonefritis o una infección urinaria, llame a su médico. Cuanto antes comience el tratamiento para esta afección, mejor, ya que requiere atención médica inmediata.

Prevención

Al tomar precauciones contra las infecciones del tracto urinario, puede reducir el riesgo de sufrir una infección renal.

Tan pronto como sea necesario, orine : cuando sienta la necesidad de orinar, actúe inmediatamente.

Después de la actividad sexual, vacíe la vejiga . Después de la relación sexual, orine lo más rápido posible para ayudar a eliminar las bacterias de la uretra. Así, se reduce el riesgo de enfermarse.

Límpiese cuidadosamente : después de orinar y defecar, límpiese de adelante hacia atrás. Esto ayuda a limitar la transmisión de bacterias a la uretra.

No use productos irritantes . Mantenga los productos fuera de la zona genital. Las duchas vaginales con desodorante o los aerosoles vaginales pueden causar irritación.

El diagnóstico y el tratamiento tempranos de la pielonefritis son importantes para prevenir complicaciones graves, como sepsis o daño renal. El tratamiento suele incluir un ciclo de antibióticos e hidratación adecuada. En algunos casos, puede ser necesaria la hospitalización, especialmente en personas con síntomas graves o afecciones médicas subyacentes.

En general, la pielonefritis es una enfermedad tratable con un buen pronóstico si se detecta y se trata a tiempo.

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Salud Kasa 21 de octubre de 2025
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